sábado, 27 de julio de 2013

Mini entrada

¡Hola!
Como veréis, he puesto un nuevo fondo al blog; ¿Os gusta?
Porfa, dejadme lo que opinéis en los comentarios.
Por cierto, el fondo lo he conseguido gracias al blog de Alba: El blog de una princesa direferente!!
Bueno, muakis!!

viernes, 26 de julio de 2013

Cap.57-Nueva información

-¡Ding, dong!-sonó por tercera vez el timbre de la casa.
Irene se estaba acabando de cepillar el pelo lo más rápido que podía.
-¡Au!-exclamó, desenganchando el peine, que se había enredado en un nudo.
Irene contempló el nudo, que estaba cubierto de queso pegajoso.
Hizo una mueca y decidió que le diría a sus amigas que pasaran media hora más tarde.
Les abrió la puerta y se encontró con Noelia y Laura, que se tiraron a ella como dos chicas luchando por la misma camiseta en las rebajas.
Se saludaron amistosamente e Irene les pidió que pasaran media hora más tarde.
-Ehhh...Va a ser un poco difícil pero lo intentaremos. Sino, búscanos por el parque de aquí cerca o en el Starbucks-le informó Laura.
A Irene le resultó un poco extraño lo de <<Va a ser un poco difícil>>, pero se calló.
Se despidieron e Irene se metió en la ducha.
Después, se vistió con una camiseta que se había traído en la que ponía: Live the  life you've imagined. Unos shorts vaqueros y unas sandalias.
Se hizo una coleta alta y esperó haber si sus amigas aparecieran.
Mientras esperaba, se sentó en un sillón del salón y revisó en su smartphone si tenía algún mensaje de sus amigas del internado, y, como era de esperar, tenía varios de Adel, alguno de Carol, otros de Nicol...
Estaba empezando a responder cuando el timbre de su casa sonó de nuevo.
Se apresuró en levantarse y fue a abrir. Delante tenía a Noelia, que estaba esperándola.
-¡Voy a salir un rato!-gritó Irene, antes de cerrar la puerta.
Irene y Noelia hablaron animadas de como iba todo, su vida en el internado...
-Por cierto, ¿A donde vamos?-le preguntó Irene.
-Pues no sé. Verás...Hay una cosa que no te he dicho-le desveló Noelia.
Irene la miró preocupada.
Noelia se encogió de hombros.
-Pues, últimamente, Laura ha cambiado un poco y ahora sale a veces con los de primero de bachiller-contó Noelia, un poco apenada.
La gimnasta abrió sus ojos verdes celestes, impresionada.
-Y-prosiguió Noelia-Lo malo es que pues, son un poco como los "malos" de Bachiller y las chicas ya fuman y, no sé, a mi no me inspiran mucha confianza, pero Laura dice que le caen genial todos.
E hizo una mueca.
-¿Y en realidad ibamos a ir con ellos, no?-le dijo Irene.
Noelia asintió, mirando al suelo.
-Sí, bueno, ese era el plan que me ha contado Laura después de llamarte al timbre...
-¿Y tú quieres?-le preguntó Irene, a su amiga.
Noelia negó, sin ganas.
-Por eso he venido yo ahora a por ti sin Laura, porque si no nos hubiera tocado ir con ella y su pandilla de los de Bachiller-explicó-Aparte, luego creo que se iban a una discoteca y a mi no me dejan, no sé si a ti, y tendría que mentir.
-No, a mi seguramente tampoco me dejarían-le responde Irene-Aparte, no quiero mentir...
Recordó que una vez de pequeña, mintió diciendo a  su madre que ya había hecho todos los deberes, y luego en clase le tocó corregir a ella y no los tenía. Entonces, saliendo del colegio, de la mano con su madre, se encontraron a su profesora y le contó todo a su madre. Cuando ya estaban solas en el coche, su madre le explicó que no tenía que mentir nunca, y desde ese día, no mintió más.
Negó con la cabeza.
-¿Vamos a tomar algo?-sugirió entonces Noelia.
Irene recordó que no tenía dinero.
-No puedo, no he traído dinero, lo siento...
Noelia le dio una pequeña colleja a Irene.
-No digas eso, invito yo Irene-le dijo Noe, sonriendo.
Irene le dio las gracias y miró a su amiga. Le había echado de menos.
Tras sus gafas de pasta rojas, Noelia le dedicó una mirada.
Pasearon hasta una confitería que Irene nunca había visitado.
Se sentaron en la terraza, disfrutando del buen día que hacia.
Pidieron un trozo de tarta de queso para Irene, y macarons para Noelia.
Primero trajeron los macarons:

                                                             

Tenían una pinta.
Y a continuación la tarta de queso:

Empezaron a comer. Todo estaba buenísimo.
Tras comer 4 macarons y un trozo de tarta de queso, las dos ya estaban llenas.
Le preguntaron a la chica si el resto de macarons que sobraban se los podían llevar y les dijeron que sí.
Noelia pagó y salieron de la confitería.
Se lo estaban pasando genial hasta que...
Iban a cruzar un paso de zebra cuando Noelia murmuró: maldición.
-¿Qué pasa?-le preguntó Irene, cogiéndola del brazo.
-Allí está Laura y la pandilla de bachiller, que no nos vean o nos harán ir con ellos-susurró Noelia, dándose la vuelta y caminando rápido, Irene la imitó.
-No tenemos porque ir con ellos-dijo Irene.
-¿Le vas a decir que no a Laura, que llevas un montón sin verla?-le hizo pensar Noe.
-No, es verdad, pero...
Aumentaron el ritmo por si acaso les seguían.

Unos metros más atrás...
A Laura le pareció distinguir las coloridas gafas de Noelia a lo lejos, pero pensó que sería alguna alucinación suya, sino ya habría ido para saludarla.
Lo que ella no sabía, por suerte,  es que no había sido una alucinación suya...

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¡Hola! Ya tenéis el siguiente capitulo.
Espero que os guste y comentéis.
Muakis

domingo, 21 de julio de 2013

Cap.56-Pizza explosiva

El sábado por la mañana, Irene llegó a casa con un bolsa de equipaje con todo lo que iba a necesitar esos días (el vestido que se compró, los zapatos, su bolsa de aseo...).
Había llegado en tren  hasta Castellón.
Elena salió a recibirla muy contenta.
-¡Irene!-exclamó la pequeña.
-Hola Elena-le correspondió al saludo Irene, dándole un fuerte abrazo.
-¿Y los papás?-le preguntó Irene, dejando su bolsa en el suelo.
-Arriba. Creo que mamá se está duchando-se limitó a responder Elena.
-Ah. ¿Y qué tal Arándano y...Kiwi? He acertado?-le dijo Irene, esperando haber dicho bien los nombres.
-Mira, ven-dijo Elena, cogiéndole de la mano a Irene y llevándola al salón.
Irene contempló como los dos pequeños hámsters jugaban en su graciosa jaula muy entretenidos.
-Veo que se lo pasan bien-comentó Irene, sonriente.
-Sííííí-le respondió Elena, muy emocionada.
Minutos después, se escuchó abrir una puerta de arriba.
-¡Hola Irene!-saludó Cristina desde arriba, muy contenta de que su hija ya había llegado.
-¡Hola mamá, os he echado de menos!-exclamó Irene, subiendo las escaleras.
Elena se apresuró a seguir a su hermana por la escaleras también.
-Un momento, un momento. A mi no me has dicho que me has echado de menos...-se quejó Elena, cruzando los brazos-Pues ahora me enfado y no respiro.
Elena llenó los mofletes de aire y se quedó ahí.
Cristina se rió.
-Anda Elena, a ti también te habrá echado de menos. Solo que, se le habrá olvidado decirlo-explicó Cristina.
-¿Y papá?-preguntó Irene, con curiosidad.
Cristina señaló el dormitorio y Irene se acercó sigilosamente y se asomó por la puerta.
Pablo estaba durmiendo.
Irene miró su reloj y pensó que ya era hora que se despertará su padre. Se acercó hasta su lado y le dijo cantarinamente:
-¡¡¡Hola papi!!!
Pablo se despertó sobresaltadamente.
-¡AH!-gritó.
Irene se empezó a reír.
-Soy yo papá-le desveló Irene, sonriente.
Pablo se sintió desconcertado al principio, no se acordaba de que Irene venía el sábado, pero luego reaccionó.
-¿Qué tal estás?-le preguntó Pablo, imitando la voz que le había puesto Irene antes.
Irene le sacó la lengua.
-Oye, yo no hablo así-dijo Irene.
-Es como me has saludado antes-le recordó Pablo.
Pablo se vistió y después, bajaron los 4 a tomar algo a la cocina, como en los viejos tiempos.
Irene no pudo evitar sentirse nostálgica, había echado mucho de menos ese tipo de cosas.
Al acabar, Irene subió la maleta a su cuarto.
Entró y suspiró. Estaba igual que siempre, como lo había dejado. Su escritorio ordenado con los estuches encima, la cama hecha con la misma colcha que puso Cristina cuando se fue...
Abrió los armarios. Se acordó de que tendría que cambiar algunas camisetas, o porque le venían pequeñas, o porque no le gustaban. De repente, se acordó de el jacuzzi del baño de sus padres. Pensó que se podría dar un baño, cuando Cristina la llamó desde bajo para hacer unas pizzas. Irene aceptó sin pensárselo dos veces y bajó a toda prisa.
Pilló a Elena viendo Hora de aventuras. Se acordó del día en que Carol, Adel y ella lo vieron y cambiaron de canal enseguida para que no les pillaran Nicol y Alberto.
-Vamos a hacer tres. ¿Elena, tú quieres hacer?-dijo Cristina.
-Sí, sí. Ahora voy-contestó la pequeña apagando la televisión.
-Vamos a empezar con las masa. ¿Te acuerdas de cuando las hacíamos antes?-le preguntó Cristina a Irene, un poco insegura.
-Más o menos.
Empezaron haciendo la masa.
-Se me ha acabado la harina-anunció Elena-¿Queda más?
Irene cogió un paquete de un estante y se lo entregó.
Siguieron y luego añadieron las salsas: tomate, salsa barbacoa...
Ya puestas, terminaron poniendo pepperoni, trocitos de queso, queso rallado, jamón...
Metieron en el horno primero las de Cristina e Irene y esperaron.
Tenían muy buena pinta.
Un rato después, las dos pizzas ya estaban listas. Metieron la de Elena y mientras esta se cocía en el horno, pusieron la mesa y empezaron a comer.
-Yo creo que ya debe de estar la de Elena-comentó Cristina, levantándose y limpiándose con una servilleta.
-Huy, cuanto vapor, no veo muy bien la pizza-dijo Cristina, desconcertada.
Sin embargo, abrió el horno y depositó la pizza en la mesa rápido.
Pablo iba a cortar un trozo cuando vio que la pizza temblaba un poco. Era muy raro. Cada vez más fuerte.
-¡Todos al suelo!-exclamó Elena, como si fuera la guerra. Pero nadie le hizo caso.
Segundos después, la pizza explotó. Salió todo por los aires.
Un trozo de pepperoni le dio en la cara a Irene, lo que provocó la risa de Elena, que segundos después, también tenía la cara manchada, igual que los demás.
-¿Pero como ha sido esto?-preguntó, incrédula, Irene.
-¡SI HA MOLADO MAZO! VENGA, OTRA, OTRA!-coreó Elena, dándole con los puños a la mesa.
Cristina ya se había levantado y estaba limpiando el suelo.
Tras minutos de posibles teorías, Irene chasqueó los dedos:
-¡Ya sé! Le he dado levadura a Elena en vez de harina...
-¡Chica lista!-le apremió Elena de broma.
Irene le dio una colleja.
Al final, se tomaron el postre directamente y limpiaron toda la cocina.
A las 4, las amigas de Irene, que sabían que había vuelto, le propusieron salir por la tarde.
Irene aceptó.
Lo que ella no sabía era que también iba a salir con más gente aparte de con sus amigas...

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¡¡¡Hola!!!
¿Qué tal estáis? Ya he vuelto por fin. Me lo he pasado muy bien.
Siento no poder haber comentado en todos los blogs :(
Sé que el capitulo es cortito y no está geniiaaaaaaaaaaal como me gustaría, lo siento.
No sé si podré escribir mucho, por creo que a finales de semana me iré a mi apartamento y no sé si podré escribir. Lo siento de nuevo.
Bueno, eso es todo. Espero que os haya gustado el capitulo y comentéis.
Muakis!!!